lunes, 2 de noviembre de 2009

Trabajo de campo en el Parque Provincial Tromen de los chicos de 5º año A

Durante cuatro días los chicos de 5º año A, del Bachiller en Ciencias Exactas y Naturales trabajaron en la confección de mapas de coberturas del Parque Provincial Tromen. Los resultados se publicarán dentro de poco en esta misma página. Mientras van unas fotos del trabajo realizado entre el 26 y el 29 de octubre pasado. El grupo que tuvo a cargo la cobertura vegetal realizó cuadros de muestreo en los parches de vegetación del parque. Aquí en un yaretal junto al arroyo.
Panorámica del volcán Tromen desde el cerro Wayle.

Un descansito en la nieve después del viaje desde Neuquén


Otro recreo. Esta vez con trineos.

Una jornada de trabajo con imágenes satelitales en el refugio.

Camino al escorial, mientras había sol. Luego nos fueron a rescatar. Al fondo la tormentita pasajera.....

Dibujando los primeros croquis desde una vista panorámica.

La mascota.....

De regreso, llegando a Neuquén.

Vista panorámica y dibujo del croquis.

Clase al aire libre..... (y fresco)

Nuesro primer mapa. Las curvas de nivel obtenidas con muy pocos datos tenían un margen de error menor al 5 %. Un gran trabajo.

El cumple de meli el día jueves.
El grupo de vegetación evaluó la diversidad en musgos y líquenes.
Flamencos en la Laguna Tromen.
El almuerzo.
Midiendo la biomasa de un Colimamil.
Tomando alturas de referencia con el grupo de cartografía.
El grupo de hidrografía midió el caudal del arroyo que descarga las aguas de la laguna.
Caballos salvajes
Avistaje de aves el segundo día.
Atardecer en el Wayle

jueves, 2 de julio de 2009

Guía de actividades: ¿A qué se llaman Parches en los ecosistemas del valle y la barda?

Talle Integrador II
Actividad 1: Leer el siguiente los siguientes textos

Especies, poblaciones y genes

Al planeta Tierra lo conforman continentes, con relieves suaves y ondulados, o montañosos, escarpados y muy elevados. También existen mares y océanos, tan profundos que no alcanza la luz solar para iluminar el fondo, hasta extensas playas, marismas y bancos de arrecifes. Todos albergan una gran variedad de organismos, muy distintos entre si, como un pez o una planta. Estos organismos pueden ser diferenciados y clasificados por grupos de similares características. Las características pueden expresar formas y funciones del organismo homólogas a todos los organismos de una población y en ese caso el grupo representa una especie. Una especie es un conjunto de individuos similares en sus formas y funciones, aunque puedan existir algunas variaciones, pero para ser parte de una misma especie deben ser capaces de entrecruzarse y reproducirse, y dejar descendientes fértiles.
Las especies están formadas por diversos grupos de individuos con información genética similar, que expresan a su vez cierta diversidad dentro de la población. Los individuos de una especie, como pueden ser los pastos de coirón (Stipa speciosa), muy común en la barda, mayormente de color amarillo durante la mayor parte del año, forman grupos que habitan en distintos lugares de nuestra región desde la barda al río y desde el Monte hasta el bosque Andino Patagónico. Si bien son similares, en casi toda la Patagonia cada grupo de individuos se diferencia un poco del resto, por efecto de las interacciones establecidas por entrecruzamiento entre si y con el ambiente local (por ejemplo de zonas húmedas a zonas muy áridas. De esta manera las diferencias entre individuos de una especie aumentan con la distancia geográfica entre las poblaciones de un lugar a otro. Esto se expresa inclusive en variaciones del ciclo anual de la especie entre zonas áridas y ribereñas en nuestra ciudad. Cuando una plantita de coirón entra en período de latencia en la barda, posiblemente en la costa del río esté fructificando (el coirón forma una espiga típica de las gramíneas, parecida al trigo)
Las poblaciones están organizadas en parches que son comunidades de especies tanto de origen natural como antrópico que se distribuyen en un paisaje. El paisaje a su vez está formado por corredores biológicos que conectan los parches aunque pueden tener un elevado nivel de independencia unos de otros. A través de los corredores las especies migran o se trasladan por los factores físicos como el viento, la corriente de agua de un río o arroyo y el transporte de animales, (los herbívoros y las aves llevan y traen semillas de un lugar a otro, porque es parte de su alimento o por adherencia al cuerpo) La diversidad de un paisaje aumenta y la de una población también, y se refleja en los mosaicos característicos de algunos paisajes, muy heterogéneos. Esto quiere decir, que a más variedad de factores físicos y diferencias de especies existe entre los parches, mas diversidad total existirá en un paisaje. La biodiversidad, a la escala de un paisaje, es generada por la distribución espacial de la diversidad de las poblaciones y más aun de las especies. Por ejemplo en el ambiente ribereño existen especies inexistentes en regiones de la barda como todas las poblaciones y especies de árboles, al menos en forma natural.
Se han creado varios índices estadísticos de la diversidad para hacer comparación entre localidades. La mayoría de estos índices combina dos aspectos de la diversidad. Uno está relacionado con el número de especies que hay en las muestras del área estudiada riqueza específica. Pero este número no nos dice nada acerca de las especies y la dominancia de alguna especie en particular. Con la abundancia relativa de las especies se puede tener una idea de la equitatividad entre especies. Este último intenta evaluar el modo en que los recursos del ambiente se distribuyen entre las especies. Si alguna especie domina sobre las demás, su abundancia relativa es más grande que la de las especies restantes.

1) Observar la imagen satelital de la ciudad de Neuquén. ¿Qué es un mosaico? ¿Y un parche?
2) ¿Que parches se pueden identificar en las dos áreas estudiadas? ¿Coinciden estos parches con alguna de las categorías clasificadas en la guía anterior?
3) ¿Qué es una metapoblación? ¿Y un estratega r? Buscar información sobre reproducción y características adaptativas del álamo (Populus nigra) y el pino (pinus sp y cupressus sp); como especies exóticas y de jarillas (Larrea sp), coirón (Stipa speciosa), molle (Schinus johnstoii), yaoyin (Lycium sp), melosa (Grindelia chiloensis) y zampa (Atriplex lampa), entre las nativas. Algunas de estas especies reúnen características de una metapoblación o de un estratega r?
4) Realizar una lista de ejemplos de poblaciones que se dispersan a través de corredores biológicos y favorecen un incremento de la riqueza de especies y poblaciones en las área estudiadas
5) Para repasar: ¿Existen distintas poblaciones de una misma especie? ¿Y especies de una misma población? Dar ejemplos
6) ¿Qué es la equitatividad?
7) Para realizar hipótesis:
- ¿De que factores depende el hecho de que la abundancia de unas especies sea mayor sobre otras en el Parque Norte y en la Isla?
- ¿Las especies mas comunes se corresponden con las características de una estratega r?
- ¿Qué corredores biológicos mantienen la diversidad de estos ambientes?
- ¿Por qué existen bosques donde nunca existieron antes?
- ¿De que manera la introducción de especies exóticas afecta a la diversidad local?
- Formar al menos tres preguntas mas derivadas del análisis de gráficos y tablas….

domingo, 1 de julio de 2007

Material de estudio para investigadores de la Isla



¿Manglares en el Valle?
Ecología de Islas y Riberas de la Confluencia de los Ríos Limay y Neuquén

Leonardo Ariel Datri

La idea de que un manglar exista en el valle de la Confluencia de los ríos Limay y Neuquén, en nuestra árida región del monte, es conceptualmente errónea. Pero la idea de cautivarlos con esta pregunta tiene su lógica. Desde la perspectiva de la imagen de la vegetación de las islas, superadas por los fluctuantes niveles de agua de los ríos la propuesta de comparar uno y otro ecosistema, es todo un desafío.

Para los kayakistas de nuestra región esto no resulta tan raro, porque “expedicionan”, con sus canoas entre la densa vegetación entrelazada inclusive por enredaderas de vides y madreselvas, cuando los niveles inundan el nivel del suelo. Y conocen bastante al respecto y sobre el comportamiento del río que lleva y trae sedimentos, armando y desarmando barras e islas, que luego son colonizadas por vegetación, en todos sus estratos.

Buena parte de la fitomasa aérea queda sumergida en las aguas de la Confluencia, durante las frecuentes crecidas de los ríos, con tan solo 850 m3 por segundo (caudal bastante habitual para el río Limay). Y no es raro que estas vegetación, básicamente conformada por salicaceas (genero amplio que abarca sauces, sauces mimbres, álamos y nuestro sauce criollo, entre otras especies) prosigan allí enraizadas, soportando estoicamente las vertiginosas aguas de los ríos y cauces secundarios, gracias a su capacidad de adaptación provista por raices de crecimiento rápido y profundas, tolerancia a persistir sumergidas en agua, y tallos flexibles.

Mas allá de esta imagen, no es tan extraño tampoco plantearnos algún parecido con manglares, si lo vemos en términos de estructura y producción primaria. Es decir, el total de biomasa de tejidos vegetales producida por las plantas de las islas y bosques ribereños. Las regiones de los manglares, en las latitudes tropicales de las costas sudamericanas, en las desembocaduras de los ríos Amazonas, Orinoco, Magdalena y Atrato; representan ecosistemas ricos en biodiversidad y en producción de materiales orgánicos, particularmente originados en la vegetación.

Aunque ambos ecosistemas difieren ecológicamente en forma diametralmente opuesta; la vegetación comprendida por bosques y vegetación anegadiza, presentan una analogía muy interesante. La producción primaria singular del sistema de islas y riberas, tal vez comprenda un punto a discutir; pero considerando la rigurosidad climática de la zona, y los beneficios de vivir en los trópicos, tal comparación nos permite pensar en una eficiencia relacionada a la producción/condición ecológica, digna de estudio.

En las latitudes bajas los manglares se componen de dos tipos de vegetación, el bosque monoespecífico de cativo (Prioria gigantea) y los manglares. En nuestras islas y riberas, también existe una diferenciación de la vegetación: el bosque de salicáceas (con una modesta diversidad dentro de este grupo), y el monte arbustivo, especialmente aquel que se organiza en función del nivel de la napa freática y la salinidad de los suelos.

El manglar se diferencia a su vez, de acuerdo a un proceso de sucesión, que se corresponde con la especie que coloniza en las diversas etapas de concentración de sales, debido a la fluctuación de la marisma. En nuestra región según fluctúan los niveles del río, y según como esta domina los niveles freáticos y los aportes sedimentarios a islas, albardones y riberas, ocurren diversas fases serales, para cada condición impuesta por: la concentración de las sales en el suelo (pastos halófilos), suelos anegadizos (pastos tubulares), y etapas que van de la hidroserie (plantas acuáticas) hasta la sedimentación y la consolidación de suelo firme, con abundante materia orgánica o serie xérica (gramíneas). También ocurren procesos de este tipo, a menor escala, con especies aromáticas del tipo de la menta (poleo), renovales de álamos, y algunas decenas de diversas especies de hierbas (gramíneas entre otras)

Hay que decir que en las regiones que estamos comparando, la temperatura anual promedio es de 26º C, diez mas que nuestros 16º C promedio anual y las precipitaciones alcanzan los 3000 mm, contra los escasos 250 mm anuales, de nuestra región. También debemos explicar que la salinidad de los manglares alcanza las 34 ppm; nivel que es mas elevado que el de la propia salinidad del mar, que lo regula.

Pero la comparación vale la pena porque hasta aquí podemos justificar que la diversidad a nivel de cierta vegetación, es mas alta, por el aporte, difusión y adaptación de especies exóticas en el valle como consecuencia del desarrollo agrícola de la región. Esto no es un mérito menor, porque la diversidad nos explica muchas cosas a nivel de evolución de especies, adaptaciones, información genética, usos de los recursos naturales y estado de salud del ecosistema.

Pero como buen remate de esta comparación y punto central al que los planificadores del valle deberían apuntar, es al inmenso “valor” de la biodiversidad y la producción primaria de este “neo” – ecosistema. Valor que no es simplemente matemático como la riqueza específica, ni intrínseco, como sostienen los ecologistas. La vegetación dominante de salicaceas tiene una gran capacidad de alojar elementos químicos en la fitomasa.... igual que en los manglares.

En los manglares la concentración de fosforo, potasio, calcio, manganeso y magnesio, en la fitomasa suele ser altísima. En los bosques ribereños de salicáceas del Guadalquivir en España, la concentración de elementos químicos, permitió alojar en la estructura de la fitomasa una parte de elementos químicos provenientes del desastre ecológico producido por el vertido minero de Aznalcóllar (Andalucía), restringiendo la difusión de contaminantes en el corredor de Guadiamar. “(...)las concentraciones de metales pesados se sitúan dentro de intervalos moderados; sólo las salicáceas (álamo y sauce) (Fig. 6) acumularon cantidades apreciables de cadmio y zinc (aunque no de cobre), que no llegaron en ningún caso a valores extremos (las concentraciones de cadmio en el sauce, la planta que más acumula, no superaron los 10 mg/kg)”

En una región árida, donde la cobertura del suelo por arbustos y hierbas apenas alcanza el 60%; el desarrollo de este neo – ecosistema sobre suelos pobres y esqueléticos, e islas y riberas inestables, comprende una fuente de producción y concentración de micronutrientes esenciales para el suelo y la vida de los ecosistemas (especialmente nitrógeno, fósforo y potasio, entre otros tan escasos en nuestro medio)

La protección del ecosistema antropizado

Las islas y la ribera de los ríos de la región conforman un ecosistema, que expresa una síntesis ecológica - cultural, digna de ser rescatado como muestra de nuestra huella como sociedad en el tiempo. Esto tiene que ver con que la dinámica ecológica de todo el valle, cambió con el desarrollo del oasis de regadío, por la introducción de especies de cultivo, utilitarias de la producción agrícola, como los álamos para formar cortinas rompevientos, y ornamentales.

Cabe pensar que esta situación no es digna de ser preservada, por el alto nivel de transformación del ecosistema original, que por ejemplo ni siquiera tenía desarrollo de la estructura arbórea. Sin embargo, si tenemos en cuenta las condiciones desérticas del ecosistema original, el ambiente actual configura un logro de la sociedad por construir su propio paisaje (productivo).

En términos ecológicos y como está demostrado en contraste con los lagos oligotróficos y bosques monoespecíficos de los andes patagónicos, en los valles esteparios existe una mayor diversidad de aves por mayor disponibilidad de alimento y por el desarrollo de la estructura comunitaria del ecosistema próximo a los cuerpos de agua, que aumenta la cantidad de hábitats y nichos ecológicos posibles. Esto se refleja en la gran cantidad de aves que habitan las islas y riberas, inclusive especies en riesgo de extinción, como el cisne de cuello negro, que encontraron en estos espacios el refugio y las condiciones ecológicas para subsistir.

El proceso singular a conservar, entonces, es el de la propia configuración del paisaje isleño y ribereño. Como se mencionó anteriormente, las islas y las propias riberas del río son altamente inestables, por la elevada energía modeladora del curso hídrico. Estas islas en consecuencia también son inestables, tanto en su propia existencia, como en proporciones; y la corriente y las fluctuación del nivel, le confieren nuevos sustratos al suelo, o bien carga o descarga sus lagunas interiores formadas a partir de cauces esporádicos o abandonados.

A estas fluctuaciones se han adaptado las comunidades que colonizan las islas y riberas, incluidas las invasoras como álamos, sauces mimbres, rosas mosquetas, y varios tipos de gramíneas y maleza. En distintas etapas sucesorias y según el grado de transformación, distintas comunidades colonizan el suelo modificado, llevando al sistema a un punto de mayor equilibrio.

Existen también en las islas y riberas elementos provenientes de otros ecosistemas, como especies del bosque andino patagónico como el chacay, otras invasoras de ese mismo ecosistema como la rosa mosqueta y otras provenientes de los jardines y parques de la ciudad, como crataegus, fresnos, olmos, robinias, pasionarias, madreselvas y acers. Esto significa que el río y en gran medida también el viento, operan como corredores biológicos o vehículos de conexión de especies de diversos ecosistemas y ambientes, que enriquecen la diversidad local, empobrecida naturalmente por una gran cantidad de factores limitantes, propios de ecosistemas desérticos. Existen también especies representativas de nuestro patrimonio cultural valletano, como parras, frutales en general, frambuesas, moras, y varias especies de cultivos asilvestradas.

Este gran elenco de especies, son las que posibilitaron cierto control de la dinámica del río y permitieron establecer islas, mejor fijadas. Pero por otra parte es llamativa la recolonización de suelos modificados, por elementos conspicuos de la diversidad local, inclusive de la parte más árida del sistema, o mas elevado en relación a la disponibilidad de agua del nivel freático o los propios cursos, como jarillas, zampa, leguminosas en general, breas, algarrobos y retortuño; en etapas mas avanzadas en tiempo y mas estables.